El mundo siempre ha estado al borde de la guerra, con disputas internacionales que amenazan con convertirse en conflictos globales, pero en los últimos años en medio de una nueva guerra fría o guerra fría 2.0 la situación está alcanzando extremos nunca antes vistos. Dos regiones que han atraído la atención internacional recientemente, son el conflicto entre Israel y Palestina en el Medio Oriente y la guerra entre Ucrania y Rusia en Europa del Este. A primera vista, podria parecer que el enfrentamiento entre Ucrania y Rusia es más peligroso, debido a su relevancia geográfica y las implicaciones geoestratégicas, pero en realidad, el conflicto israelí-palestino podría ser aún más peligroso por varias razones. En Magcondo nos hemos dado a la labor de elaborar algunas ideas al respecto.
La historia y complejidad de los conflictos juega un papel determinante. En este sentido el conflicto israelí-palestino es uno de los más antiguos del mundo, con raíces que se remontan a décadas. La histórica desconfianza y animosidad han creado divisiones profundas en la región. Mientras, el conflicto entre Ucrania y Rusia, aunque no carece de complejidad, es un conflicto más reciente. La falta de una resolución a largo plazo en el Medio Oriente hace que cualquier escalada en la tensión tenga un potencial devastador.
Los actores e intereses tambien son muy importantes. Asi, el conflicto israelí-palestino involucra a numerosos actores regionales y globales, incluyendo a Estados Unidos, Rusia, Irán, Turquía y las potencias árabes. Cualquier escalada en la violencia podría desencadenar una respuesta en cadena que involucraría a estos países, lo que aumentaría el riesgo de una guerra mundial. Por otro lado, la guerra en Ucrania se ha mantenido principalmente en la región, limitando la participación directa de actores globales.
El componente religioso y cultural tambien es determinante. El conflicto israelí-palestino tiene una profunda resonancia religiosa y cultural en todo el mundo. Jerusalén, en particular, es un punto focal para el judaísmo, el cristianismo y el islam. Los eventos en esta región tienen el potencial de desencadenar tensiones religiosas que podrían propagarse a nivel global. En cambio, el conflicto en Ucrania, aunque significativo, carece de la misma dimensión religiosa y cultural.
El peligro de una escalada nuclear. Curiosamente la situación en el medio oriente es geopolíticamente más estable en este sentido. Israel posee armas nucleares, mientras que Rusia tiene una de los mayores arsenales nucleares del mundo. Una escalada en el conflicto en el Medio Oriente o Europa del Este podría tener consecuencias catastróficas. Sin embargo, la posibilidad de que un conflicto entre Israel y Palestina se convierta en una guerra nuclear es mucho mas remota, aunque no del todo descartable debido a la presencia de intereses de Iran, una potencia nuclear en ciernes.
El factor económico y geopolítico por la competencia entre potencias van de la mano. El Medio Oriente es una región rica en recursos naturales y desempeña un papel crucial en la economía global debido a su producción de petróleo. Un conflicto en esta región podría interrumpir el suministro de energía a nivel mundial y desencadenar una crisis económica como la vivida en 1973. Por otro lado, aunque la guerra en Ucrania y Rusia ha demostrado su impacto en el suministro de gas natural a Europa y fertilizantes a la economía mundial, la interrupción de estos recursos ha demostrado que aunque critica no colapso la economía mundial.
Las dificultades para negociar son determinantes. La resolución del conflicto israelí-palestino es extremadamente complicada debido a las reclamaciones territoriales, los derechos históricos y las diferencias religiosas. La falta de un acuerdo duradero en la región aumenta el riesgo de un estallido violento en cualquier momento. Por el contrario, aunque las tensiones entre Ucrania y Rusia son tensas, existe un marco de diálogo y una posibilidad de solución diplomática en la que varios países han estado comprometidos, incluidos Brasil, la India y Colombia.
Aunque ambas regiones presentan conflictos preocupantes, un conflicto entre Israel y Palestina podría ser más peligroso que un conflicto entre Ucrania y Rusia debido a su historia, la participación de actores regionales y globales, su resonancia religiosa y cultural, el potencial de escalada nuclear, las conexiones geopolíticas y económicas, y las complicaciones en su resolución. El diálogo sigue siendo lo más recomendable y la solidaridad de la sociedad global mundial para presionar a lideres y gobiernos por la paz.