Cuando los soldados cubanos combatieron en África

La Guerra Fría fue un intenso enfrentamiento político-militar entre los Estados Unidos y la Unión Soviética. Cuba fue un aliado soviético que, sin embargo, tuvo una política exterior independiente que lo llevó a involucrarse en muchas de las luchas africanas por la descolonización y liberación.
Para los cubanos, su compromiso era histórico. Muchos de sus ciudadanos tenían un vínculo con África, y Fidel Castro sabía el impacto que esto tendría en las lógicas de poder de la Guerra Fría entre las potencias coloniales y los pueblos oprimidos. Muchos africanos estaban impresionados de que los cubanos de origen africano estuvieran al mando de unidades militares con soldados blancos como subordinados.
En la complejidad de la lucha por la descolonización, brilla la batalla de Cuito Cuanavale, un hecho histórico que suele pasar desapercibido en la historia de América Latina. Esta batalla, que tuvo lugar entre diciembre de 1987 y marzo de 1988 en Angola, marcó un punto de inflexión en la guerra civil angoleña, mostrando el papel crucial de Cuba en la liberación de África del dominio colonial y en la lucha contra el apartheid. La batalla no solo cambió el curso de los eventos en Angola, sino que también dejó un legado duradero en la política y las relaciones internacionales en todo el continente africano.

La batalla de Cuito Cuanavale fue un enfrentamiento entre las fuerzas del gobierno angoleño respaldadas por Cuba y las fuerzas sudafricanas y rebeldes apoyadas por Estados Unidos en el marco de la Guerra Civil de Angola. El conflicto también se entremezcló con la lucha contra el régimen del apartheid en Sudáfrica. Las fuerzas sudafricanas buscaban controlar la región de Cuito Cuanavale para establecer una posición estratégica desde la cual amenazarían a las fuerzas del gobierno angoleño.
En este escenario crítico, Cuba desempeñó un papel fundamental. El país caribeño había enviado tropas bien entrenadas para apoyar al gobierno angoleño en su lucha contra las fuerzas rebeldes y sudafricanas. La intervención cubana cambió el equilibrio de poder en la región y permitió que las fuerzas angoleñas resistieran los ataques que provenían del sur. Las tropas cubanas demostraron relevancia en el campo de batalla y, finalmente, obligaron a las fuerzas sudafricanas a retirarse, marcando un giro significativo en el conflicto.
El Legado de la batalla de Cuito Cuanavale tuvo un impacto profundo en la dinámica política y militar en África tanto en la Guerra Fría como años después. La derrota de las fuerzas sudafricanas fue un golpe importante para el régimen del apartheid y debilitó su posición y credibilidad en la región. Esta derrota contribuyó en última instancia al proceso que llevó a las negociaciones de paz en Sudáfrica y al fin del apartheid.
El éxito de Cuba en Cuito Cuanavale también consolidó su reputación como un defensor ferviente de la liberación africana y del derecho de los pueblos a la autodeterminación. Esta intervención militar demostró la disposición de Cuba a apoyar a otros países en su lucha por la independencia y la justicia, y solidificó su posición como un aliado confiable en la lucha contra el colonialismo y la opresión. Sin embargo, dado el colapso del bloque comunista en los tempranos años noventa esta hazaña paso al olvido, veteranos cubanos y agradecidos angoleños, y sudafricanos aún la recuerdan.