Delfín Rosado: Un elegante habitante de la selva amazónica
Si América Latina es rica por su diversidad étnica y cultural, sus riquezas naturales son inigualables. El Amazonas es sin duda uno de sus más preciados tesoros. El cual no solo es una región fundamental para contrarrestar el dióxido de carbono vertido a la atmosfera, producto de la actividad humana, sino que su biodiversidad es incalculable para mantener el equilibrio ambiental, representada en plantas y especies animales.
El delfín rosado, es tal vez uno de los más exóticos representantes de la biodiversidad amazónica. Este hermoso representante de la selva habita principalmente en los ríos Amazonas y Orinoco en Venezuela, Colombia, Brasil, Ecuador y Perú.
Por milenios las comunidades indígenas convivieron y respetaron a este animal, que también se le conoce como “bufeo”. Su elegante aspecto lo hizo hacerse merecedor de una leyenda. El hombre-delfín, un guerrero indígena, quien, debido a su masculinidad, es envidiado por uno de los dioses, quien lo condena a vivir en los ríos amazónicos. Sin embargo, el “bufeo”, de vez en cuando se trasforma de nuevo en hombre, aunque sin poder ocultar su rostro de delfín, el cual cubre con un sombrero. Es tal su elegancia que conquista a bellas mujeres en fiestas y celebraciones, para luego volver a su hábitat.
Mas allá de la leyenda, el delfín rosado, al igual que los otros delfines, es extremadamente inteligente, emite sonidos con los que se comunica, e interactúa fácilmente con los humanos. No es extraño que acompañe a los navegantes y nadadores en los ríos Amazonas y Orinoco, y que conviva fácilmente con las comunidades ribereñas.
Aunque las poblaciones amazónicas lo respetan. La deforestación en la ribera amazónica y la contaminación vertida en los ríos donde vive el delfín rosado amenazan su supervivencia. De acuerdo con la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, el delfín rosado es una especie vulnerable, susceptible de desaparecer si no se conserva su habitad. Esta organización recomendó que parte de su habitad fuera protegido, con la inclusión del Parque Chiribiquete, en Colombia, como parte del patrimonio de la humanidad, en 2018.
El delfín rosado, una leyenda por derecho propio, ve amenazado su hábitat. Entonces, es necesario que la sociedad civil, gobiernos y la comunidad internacional hagan un trabajo conjunto para proteger, su hogar, la selva amazónica.