Depredador I, fue una de las películas más taquilleras de 1987. Dirigida por John McTiernan, y protagonizada por Arnold Schwarzenegger junto a un reconocido grupo de actores de acción. Es catalogada como un filme de ficción, cargado de testosterona. Un género popular durante los años ochenta. Con el paso del tiempo, esta película ha llegado a convertirse en una pieza de culto, con numerosas secuelas y próximamente una precuela.
La película que dio origen a esta saga se desenvuelve en las selvas de Centroamérica durante la Guerra Fría y deja entrever mucha de la realidad de aquellos días en la lucha entre los Estados Unidos y la Unión Soviética. Algo que ha sido denominado en los Estudios internacionales como “proxy wars” o guerras subsidiarias. Usualmente, se suele decir que a pesar de las tensiones entre estas dos superpotencias la pérdida de vidas fue mínima, debido al “balance nuclear”. Sin embargo, las guerras subsidiarias demuestran que este periodo fue sangriento y cobró millones de vidas a lo largo del mundo, incluyendo los conflictos en América Latina, África y Asia [1].
Depredador I, tiene mucho de lo que fue denominado por los académicos como el síndrome post-Vietnam. Estados Unidos incapaz de vencer al Vietcong y el Ejército Norvietnamita en el sudeste asiático, evitó involucrase directamente en conflictos de mayor envergadura, y en cambio, patrocinó ejércitos extranjeros, actividades clandestinas y acciones de mercenarios.
Centroamérica era un corredor de aproximación a los Estados Unidos, vital para su seguridad nacional. Allí numerosos grupos guerrilleros de izquierda como el Frente Sandinista de Liberación Nacional y el Frente Farabundo Martí patrocinados por la Unión Soviética y Cuba estaban librando acciones militares contra bruatales gobiernos y dictadores militares apoyados por Estados Unidos. En estos conflictos numerosas atrocidades se cometieron en nombre del mundo libre, en parte por la asesoría militar de la tristemente célebre Escuela de las Américas del Ejército de Estados Unidos.
La trama de la película involucra las acciones a un grupo comando de mercenarios, que son contratados por las autoridades de Estados Unidos para rescatar a unos secuestrados. Pero a lo largo de los acontecimientos, se dan cuenta que los secuestrados son en realidad asesores militares víctimas de brutales atrocidades.
El equipo liderado por el mayor Dutch está conformado en su mayoría por veteranos de la guerra de Vietnam. Su accionar militar está basado en el entrenamiento de las boinas verdes, con su celebre lema De Oppresso Liber (Liberarse de la opresión) y cada miembro del equipo es un especialista en un campo militar, como explosivos, comunicaciones, exploración, idiomas, navegación, que puede infiltrarse en territorio enemigo si ser detectado al estilo del accionar de las patrullas de reconocimiento ("Recon") o los Rangers. Sin embargo, y como suele suceder en la guerra en la selva, el enemigo es indetectable y elusivo, incluido depredador, quien como un cazador o un enemigo en la guerra de guerrillas, prefiere acabar con los miembros del comando uno a uno para crear una desesperación paulatina en este pequeño grupo mercenario [2].
Toda la película tiene referencias a las experiencias aprendidas en la guerra de Vietnam, que curiosamente fueron transmitidas por los asesores militares estadounidense a los ejércitos centroamericanos durante los años ochenta, en El Salvador, Guatemala, Nicaragua y Honduras. Curiosamente “Poncho”, interpretado por Richard Chávez, era realmente un veterano de Vietnam, y mucha de su indumentaria e interpretación asemeja la experiencia de la guerra en la jungla.
Después de destruir casi por completo a esta unidad. Depredador se enfrenta con el líder del comando quien logra derrotarlo gracias al entrenamiento militar especializado, utilizando los recursos disponibles en la jungla y al mimetismo.
Depredador es una película, que entre líneas muestra que Estados Unidos finalmente, y a pesar de la dificultad, logró vencer a un enemigo escurridizo e invisible en la selva. En la vida real, Centroamérica fue la última batalla de la Guerra Fría. De ahí en adelante el teatro de operaciones para Estados Unidos se redireccionaría hacia el desierto, en Irak y Afganistán.
[1] Mann, Michael (2018) Have wars and violence declined? Theory and Society (47): 37–60.
[2] Rodriguez-Hernandez, Saul (2013). Operations, Jungle. In K. Piehler (Ed.), Encyclopedia of Military Science (Vol. 1). Thousand Oaks: SAGE Publications, 1028-1030.