En 1972, el mundo del cine y la cultura en occidente se estremeció por el lanzamiento de "Deep Throat" (Garganta Profunda), una película que revolucionó no solo la industria cinematográfica, sino también la percepción de la sexualidad y la pornografía en la sociedad. Antes de la actual normalización de la pornografía esta causaba alta controversia.
Dirigida por Gerard Damiano, esta obra fue más que una simple película para adultos. Se convirtió en un símbolo cultural que dejó una marca duradera en el cine y en la manera en que las personas concebían la sexualidad.
No es del todo extraño que en el escándalo de corrupción de Richard Nixon, conocido como “Watergate” se hablara del soplón como garganta profunda, o que el avión de transporte militar C-5 Galaxy, fuera conocido con el sobrenombre de la protagonista, Linda Lovelace.
"Deep Throat" rompió con las convenciones cinematográficas de la época al abordar abiertamente temas sexuales y presentarlos con un tinte humorístico. La trama gira entorno a Linda Lovelace, su protagonista, una mujer que descubría que solo podía experimentar el orgasmo a través del sexo oral, que la llevaron a descubrir su sexualidad en las más interesantes actividades.
Esta premisa, aunque controvertida en los años setenta, sirvió como medio para explorar la sexualidad de manera franca y directa. La película, a pesar de sus limitaciones técnicas y presupuestarias, se convirtió en un fenómeno de taquilla y trascendió las fronteras de la industria del entretenimiento para adultos, todos la querían ver, desde políticos hasta lideres religiosos.
Uno de los impactos más significativos de "Deep Throat" fue su papel en la revolución sexual de la década de 1970. La película llegó en un momento en que la sociedad estaba experimentando un cambio profundo en su percepción de la sexualidad, la liberación personal y el feminismo.
Aunque "Deep Throat" no fue una obra feminista por si misma, el enfoque entorno al placer sexual femenino y la representación de una mujer tomando control de su propia sexualidad resonaron con las discusiones en curso sobre la igualdad de género y la autonomía de las mujeres por aquellos días.
Además de su impacto en la revolución sexual, "Deep Throat" tuvo un papel fundamental en la normalización de la pornografía en la cultura popular. La película generó debates acalorados sobre la censura y la libertad artística, y llevó a los tribunales a medida que diferentes estados y países luchaban por determinar si la película debía ser prohibida. Estos debates contribuyeron a crear un ambiente en el que la pornografía comenzó a considerarse parte del discurso cultural y artístico, aunque seguía siendo altamente controvertida.
Sin embargo, es importante señalar que el legado de "Deep Throat" no está exento de críticas. La película fue acusada de promover una visión limitada y estereotipada de la sexualidad, al centrarse en la idea de que el orgasmo femenino solo era posible a través del sexo oral. Además, se ha debatido si la protagonista, Linda Lovelace, estaba realmente en control de su participación en la película, dadas las circunstancias detrás de escena. Estos aspectos plantean interrogantes sobre la verdadera liberación sexual y el consentimiento en la industria del entretenimiento para adultos.
“Garganta profunda” dejó una huella indeleble en el cine, la revolución sexual y la percepción de la pornografía en la sociedad. Aunque su impacto es innegable, es esencial considerar tanto los avances como las limitaciones que esta película trajo consigo. Marcó el comienzo de una era en la que los temas sexuales comenzaron a explorarse con mayor apertura y aceptación en la cultura popular, pero también planteó preguntas cruciales sobre el tratamiento de la sexualidad, el género y el consentimiento en la industria del entretenimiento.