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Apr 26, 2025
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Arts / Cinema

El Séptimo Sello: Memento mori y el Sentido de la vida

Por Editorial Task Force |4 meses

Ingmar Bergman, maestro del cine sueco, inmortalizó en su película El Séptimo Sello (1957) una profunda reflexión sobre la existencia humana, el miedo a la muerte, las contradicciones del fervor religioso y el sacrificio en forma de redención. Esta obra cinematográfica, ambientada en la Europa medieval, confronta a los espectadores con preguntas eternas, especialmente relevantes en un mundo contemporáneo que sigue lidiando con el legado de la fe, la guerra y el sentido de la vida. Una película que ha superado la prueba del tiempo y sigue siendo tan actual como antes.

El caballero que desafía a la Muerte

La película se centra en el caballero Antonius Block (Max von Sydow), quien regresa a una Suecia asolada por la peste negra tras años combatiendo en las cruzadas. Como un soldado de la fortuna, un voluntario al servicio de una causa que considera justa, cansado y desencantado, se encuentra con la Muerte (Bengt Ekerot), quien viene por él. En un acto desafiante y en la búsqueda de respuestas sobre su vida, Block, en un inesperado movimiento y como parte de su aprendizaje en las campañas en la Tierra Santa, propone un juego de ajedrez a la Muerte. Esta es una metáfora visual profunda que se ha convertido en un ícono de la historia del cine y que estaba basada en una antigua historia medieval que Bergman conocía desde que era niño y vivía en Uppsala.

A través de esta partida de ajedrez, Bergman nos introduce a un diálogo filosófico sobre la fe y la duda, una eterna discusión para aquellos espíritus creyentes pero confundidos por las sinrazones de la vida. Block, quien ha luchado bajo la bandera de la cruz como un soldado de la fortuna en la Edad Media, se encuentra atormentado por la aparente ausencia de Dios y por la futilidad de las cruzadas, que prometían gloria y salvación, pero dejaron a su paso muerte, sufrimiento y desesperanza. Este dilema resuena con una universalidad inquietante.

El legado de las cruzadas y el vacío existencial

Las cruzadas, en la película, representan no solo la guerra física, sino también la lucha interna entre el idealismo y la desilusión que experimentaron aquellos que fueron a luchar allí. Block simboliza a una generación perdida, herida por la violencia y la promesa incumplida de redención. La Muerte, implacable pero curiosamente humana, recuerda que, independientemente de nuestras creencias, todos enfrentamos el mismo destino: la fatalidad. Algo que estuvo presente en el pensamiento estoico a través de su frase memento mori (recuerda que morirás), y que era de uso frecuente durante la Edad Media debido a las numerosas enfermedades e incertidumbres que marcaban la vida cotidiana en aquellos días.

En este contexto, Bergman nos desafía a cuestionar el propósito de los sacrificios en nombre de la religión o cualquier otra ideología. Las cruzadas, vistas a través de los ojos de Block, parecen un eco de nuestra propia historia contemporánea, donde conflictos ideológicos siguen justificando guerras y sufrimientos, y muchos deciden incorporarse en causas que consideran justas. Por ejemplo, los voluntarios en la guerra en Ucrania, incluidos muchos combatientes colombianos.

Escena de la película representa La danza macabra, que permite contemplar con perspectiva la vida. Fuente: Svensk Filmindustri.
Escena de la película representa La danza macabra, que permite contemplar con perspectiva la vida. Fuente: Svensk Filmindustri.

La luz en la oscuridad: Un resquicio de esperanza

Aunque la narrativa de El Séptimo Sello está teñida de fatalismo, también hay espacio para la esperanza. La familia de actores itinerantes, Jof y Mia (Nils Poppe y Bibi Andersson, respectivamente), representa un contraste crucial: mientras Block se consume en su búsqueda de respuestas, ellos encuentran sentido en los pequeños placeres de la vida cotidiana, como una comida compartida o el amor familiar. Esta dualidad sugiere que, aunque la vida esté llena de incertidumbre, también puede ser fuente de belleza y significado.

El sacrificio de Block al final, distrayendo a la Muerte para que la familia pueda escapar, es un acto redentor que reafirma el valor del altruismo, que no fue del todo desperdiciado a pesar de lo que Block pudiera pensar inicialmente. Incluso cuando la existencia parece vacía, nuestras acciones pueden tener un impacto y significado duradero en otras personas y en el conjunto de la sociedad.

El dilema de la existencia

El Séptimo Sello sigue siendo una obra relevante porque plantea preguntas que trascienden el tiempo y el espacio. En Magcondo, donde exploramos los dilemas sociales, políticos y culturales, esta película resuena como una invitación a mirar hacia adentro y enfrentar las incertidumbres del mundo contemporáneo.

En un mundo donde aún se luchan todo tipo de guerras y “cruzadas” —ya sea en el ámbito político, económico, religioso o personal—, el mensaje de Bergman nos recuerda que, aunque no siempre encontraremos respuestas, el acto de cuestionar, buscar y servir es, en sí mismo, un testimonio de nuestra humanidad.

La gran reflexión de la película es que, para Block, se podría decir que: 'La fe es un tormento, y como tal, es también una forma de redención.' El Séptimo Sello nos invita a enfrentar ese tormento, no con miedo, sino con curiosidad, coraje y, quizá, un toque de esperanza.