En un artículo publicado en el diario El País hace algunos meses el nobel de literatura Mario Vargas Llosa, hacía un llamado por la negociación entre Ucrania y Rusia como el camino más sensato para terminar con la guerra. Recientemente, la situación parece no cambiar y a pesar de los éxitos en la contraofensiva ucraniana para recuperar territorio, una derrota completa de Rusia está lejos de ocurrir.
El alza en los precios de los combustibles está reconfigurando las alianzas en el sistema internacional, haciendo que países considerados como parias, como Venezuela, estén reemergiendo de sus cenizas, y otros como Arabia Saudita sean capaces de presionar por esta vía a países antiguamente considerados poderosos.
Pero el llamado de Vargas Llosa pone sobre la mesa el rol de América Latina en esta crisis mundial. La capacidad y experiencia de la región para negociar problemas limítrofes e incluso negociar cruentos y dolorosos conflictos internos que han azotado la región.
Usualmente se suele considerar a Europa como una región altamente desarrollada, estable y pacífica. Pero esto no siempre fue así. Varios estudiosos de la guerra y la formación estatal señalan que la violencia fue algo constante y común en Europa, tanto que, embarcados en enemistades viscerales y profundas, los países de esta región casi se exterminan en dos guerras mundiales y durante años sus tasas de criminalidad fueron bastante altas que sumado a la pobreza hicieran que una parte de su población migrara a diversas regiones del mundo como América, Australia y África.
A pesar de que América Latina es una de las regiones con más número de homicidios en el mundo rondando el 50% del total mundial, pese a tener solo el 8% de la población mundial (1) las guerras entre los países de la región han sido escasas, a pesar de enemistades o disputas territoriales como en los casos Argentina y Chile o Colombia y Venezuela. Muchas de estas disputas se han resuelto de manera pacífica o de forma negociada. Cameron Thies, señala que durante el siglo XX sucedieron 9 guerras entre países de la región, a pesar de que las rivalidades entre estos eran alrededor de 26.
Algunas explicaciones sugieren que la paz entre países se debe a las dificultades para librar guerras dado las condiciones geográficas, -no es lo mismo combatir en la selva que en las planicies de Ucrania; al papel de países externos como Estados Unidos o Gran Bretaña; o las bondades de la democracia y libre mercado para minimizar la guerra interestatal. Pero hay una que llama poderosamente la tensión. El mutuo respeto entre los países de la región, la construcción de una identidad compartida y la poca predisposición tanto de la dirigencia como de los pueblos para enfrentarse militarmente entre vecinos. La hermanda latinoamericana, la no intervención en asuntos internos y la voluntad de resolver por la negociación las disputas, ha jugado un papel crítico en esta paz interestatal.
Las guerras civiles han sido lo más doloroso para los habitantes de América Latina, pero con excepción de casos como la revolución cubana o la revolución sandinista pocas de estas se han ganado por la vía militar. La negociación ha sido la mejor forma de resolver estas disputas, pese a trágicos y dolorosos hechos como violaciones sistemáticas de derechos humanos, atrocidades y odios viscerales.
Entonces lo que puede aportar América Latina, un papel activo de los diplomáticos de la región para presionar a los contrincantes para que del dialogo sea inmediato pese a los excesos cometidos. El no aislamiento de los contrincantes, que en este caso puede ser peor el remedio que la enfermedad, como las iniciativas de aislar completamente a Rusia, algo que recuerda, el aislamiento de Alemania tras la primera guerra mundial y sus catastróficas consecuencias; la importancia de la sociedad civil para presionar por la negociación y para reestablecer la confianza entre los países enfrentados. Aunque algo utópico, es mejor una mala negoción que una buena pelea, y en esto América Latina tiene mucho que enseñar.
(1) Hernandez, Hector (2021) Homicidios en América Latina y el Caribe: magnitud y factores asociados. Notas de Población (113): 119-144.
(2) Thies, Cameron (2005). War, Rivalry, and State Building in Latin America. American Journal of Political Science, 49(3): 451–465.